a veces entiendo a Jesus cuando dice que la ociosidad es la madre de una vida, esto empezó a salir esta mañana en que estaba totalmente desocupado:
La escalera en penumbra, la casa desierta, el ruido de mis zapatos rompe el silencio que me acompañó durante toda la tarde. ¿a donde se fueron? ¿volverán? porque hacer preguntas que serán respondidas solo por el tiempo o simplemente núnca lo serán. En la obscuridad adivino el camino hacia la puerta que reflejaba luz -Debo salir de aqui- me detengo y lo pienso un poco - pero ¿y si regresan y no estoy?- vuelvo sobre mis pasos y me tumbo de nuevo en el asiento en donde habia estado hundido en mi mismo. Me recargo y cierro los ojos.........
La luz me ciega, no logro abrir los ojos, el ruido de toda esta gente a mi alrededor me confunde, -está despertando- gritan -está vivo- insisten. Trato de incorporarme y alguién no me lo permite -Tranquilo, estás en buenas manos- más confusión -¿como que estoy vivo? no mamen si yo estaba dormido en.....- ahora que recuerdo esa no era mi casa, ni niguna casa en donde hubiera estado antes, más confundido que antes pienso solamente en esa puerta que decidí no abrir.
No se que mosca me picó, pero ps ahi se los dejo
Ya dije
Estimado Hox: esta es la prueba irrefutable de que las malas compañías son nocivas para la salú, y que esa cochinada hace daño en ayunas -sobre todo antes del primer café.
ResponderEliminarFrancisco las malas compañías como quiera, esa cochinada es la que más madrea.
ResponderEliminarY sí mi buen Hox, ¿ya lo ves? realmente la ociosidad es la madre de una vida... a toda madre.
Muy bueno, lo que comiste, inhalaste, bebiste o inyectaste.
ResponderEliminarJajaja!
pero me dejaste con la duda de saber que había al otro lado de la puerta!!
una pregunta...
Qué haaaaaaaabíaaaaaaaaaa?
Saludos!
Tus pasos se perdieron junto contigo en el laberinto de tus sueños.
ResponderEliminarDespiertaaaaaa!!!
Saludos.